Hola Smarteros!
Hoy vuelvo para comentar las primeras sensaciones percibidas al sentarse a los mandos del nuevo Smart Forwo 2015.
A muchos de vosotros no os hará falta que os recuerde los principales cambios introducidos por la marca en relación a los modelos previos (Fortwo 450 y 451). Entre estos cambios, el más novedoso y radical, ha sido la introducción de un cambio manual de 5 velocidades y su correspondiente pedal de embrague.
Recordemos que desde su lanzamiento en el año 1998, todas las versiones del Smart Fortwo, incluídas las más básicas (versión Pure) disponían de cambio robotizado secuencial semiautomático ó completamente automático, con embrague pilotado y gestionado electrónicamente. La comodidad de disponer de cambio automático ó semiautomático secuencial, unido a las pequeñas dimensiones del vehículo, convirtieron a éste modelo en el coche urbanita por excelencia, creando un nuevo segmento de coches en el que no existía ningún rival. Con los años algunas marcas quisieron formar parte de ese segmento. Es el caso de Toyota, con su modelo IQ, que no tuvo la acogida esperada, discontinuándose la producción de este modelo.
El Smart Fortwo era un coche peculiar, simpático, que por su rareza y atractivo se convirtió en reclamo publicitario de muchas marcas y diferentes productos. Un coche que no se compraban los que buscaban un coche. El comprador de Smart no quiere un coche, quiere un Smart.
Siempre que hablo de coches con la gente, y sale el tema del Smart, la mayoría me dice que nunca se comprarían uno, porque con lo que vale un Smart, se compran un cuatro plazas. Está claro, esta gente lo que busca es un coche... Cuando yo compré mi primer Smart, buscaba un Smart. Cuando compré mi segundo Fortwo, no estaba buscando un coche, estaba buscando otro Smart. Es así de simple. Pasa igual que con los que se compran un Iphone. No quieren un teléfono, quieren un Iphone.
La posición de conducción es buena, comparable a cualquier coche de tamaño mediano, aunque la banqueta es demasiado plana, con escasa retención lateral. Interiormente destacan unos buenos acabados, que combinan plásticos texturados y tela de colores que se pueden personalizar. El volante multifunción es cómodo al tacto, y dispone de múltiples controles de los dispositivos multimedia. Todo está al alcance de la mano.
A pesar de aumentar 10 centímetros de ancho, interiormente el nuevo modelo no aparenta más amplitud que su predecesores, posiblemente por no contar con el parabrisas de grandes dimensiones, que llegaba hasta el frontal del vehículo, y que hacía posible un salpicadero de grandes dimensiones, con una bandeja portaobjetos (característica del Fortwo 450) que muchos coches de mayores dimensiones no disponen, y que visualmente daba una sensación de gran amplitud interior. El nuevo modelo dispone de un marcado morro frontal, por lo que el parabrisas es ahora más corto y vertical, haciendo que visualmente se haya perdido la sensación de amplitud interior de los anteriores modelos; aunque en la práctica sea más amplio por la ganancia de centímetros.
Personalmente creo que con el aumento de cotas, y la introducción del pedal de embrague, el nuevo Smart pierde un poco de su identidad, acercándose a la normalidad. Pierde parte de las rarezas y características que lo hicieron único. Lamentablemente las marcas tienen que evolucionar y adaptarse a las demandas del mercado. De ésto depende su supervivencia y la continuidad de sus modelos. Imagino que los cambios introducidos no se han hecho solamente para poder compartir chasis y unidad motriz con otras marcas.
Como en toda empresa, el mercado dictará sentencia...
Bueno apasionados smarteros!! En breve volveremos con más!!!
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